Si eres una persona adulta, habrás escuchado más de una vez el consejo: ¡Cuidá tu reputación, es fundamental!

Has crecido con la conciencia de que tus actos, pensamientos y palabras no son efímeros, que hay que pensar antes de hablar porque cada cosa que expresas constituye tu identidad a la hora de presentarte al mundo. Si tu entorno social percibe una imagen errónea de quién eres, será difícil de corregir.
Sin embargo, en la era digital, esta noción no es tan clara para las nuevas generaciones. Los jóvenes comparten sus pensamientos, estados y emociones en el mundo virtual con la sensación de que todo es fugaz, como si lo que publicaran pudiera desaparecer al día siguiente. Su realidad se mueve en torno a la inmediatez, lo que hace que la idea de permanencia les resulte lejana.
Ahora, el hecho de que los jóvenes perciban la comunicación como algo fugaz no significa que sea así realmente, ya sea en el mundo físico o en el virtual. ¿Por qué? Porque existe lo que se conoce como HUELLA DIGITAL…
¿Qué es?
La huella digital es el rastro que dejas cada vez que navegas e interactúas en la red. Está conformada por tus actividades en el mundo digital, como compartir fotos y videos, efectuar búsquedas, realizar publicaciones, hacer comentarios, entre otras.
Esta información que se encuentra en la red asociada a tu nombre es la manera mediante la cual los demás te conocen y conforman tu identidad digital.
Resulta importante que los niños, las niñas y los/as adolescentes sean conscientes de esta huella, no sólo para construir una reputación positiva en Internet, sino también para cuidar su seguridad.
¿Cómo se compone?
Se compone a través de datos que provienen de ti mismo o de otras personas…
.Datos públicos: son los datos de la obra social, CUIT (Clave Única de Identificación Tributaria) o CUIL (Código Único de Identificación Laboral), declaraciones de impuestos, domicilios en las facturas de servicios, resúmenes de tarjetas de crédito, cargos, becas, resultados de sorteos, resoluciones judiciales, etc.
Datos publicados por otras personas: son fotos, posteos de tus amigos o amigas, familiares, clubes o espacios de pertenencia en redes sociales.
Datos generados por uno mismo: posteos, comentarios, fotos en redes sociales y foros, formularios que completaste, contenidos que compartiste en plataformas como tu currículum, perfiles en redes de contactos u otros contenidos como listas de reproducción y videos favoritos.
Si te estás preguntando cómo guiar a los niños, las niñas y los adolescentes para que construyan una reputación positiva en Internet, estos 5 consejos te pueden ayudar:
1. TIPO DE DATOS. Asegúrate de que tengan claro qué tipo de datos están compartiendo. Es decir, si el contenido que comparten pertenece al ámbito de lo íntimo; lo privado o lo público.
.Lo íntimo: es contenido muy personal y no debe publicarse.
.Lo privado: es algo propio, si se elige compartirlo se debe hacer sólo con personas de confianza, como amistades y familia. Por ello, es crucial que los niños, niñas y adolescentes identifiquen claramente quiénes son parte de su círculo de confianza en la vida y quiénes no.
.Lo público: es contenido que al ser publicado, se comparte de manera abierta con contactos y personas que no conocemos ni son de nuestro entorno cercano. Es fundamental que estos datos no permitan identificar dónde viven, a qué institución educativa asisten o los lugares que frecuentan: como los clubes deportivos, los sitios donde hacen actividades extracurriculares o los locales donde se suelen juntar con amigos.
2. FALTA DE CONTROL.
Haz que tomen conciencia de la falta de control posterior a una publicación. Déjales bien claro que una vez que se sube una publicación a Internet se pierde el control sobre ese contenido y puede ser descargado por otras personas, independientemente de su consentimiento.
3.SER CREATIVOS.
Incúlcales la importancia de que lo que compartan en sus diferentes plataformas sea contenido creativo y de calidad. Antes de publicar un video de youtube o crear contenido para diversas redes, sería importante que reflexionen sobre qué aporta a su entorno social o a la sociedad en general.
4. SER AMIGABLES.
Transmíteles el valor de ser amigables en las redes sociales. Al igual que les enseñas la importancia de ser buenos amigos en su vida cotidiana, también deben aplicar esos principios en el mundo digital. Fomenta la conciencia sobre la necesidad de comentar con respeto y empatía, y recuerda que, al hacer críticas, estas deben ser constructivas y respetuosas.

5. SER AUTÉNTICOS.
Aunque Internet les brinda la oportunidad de adoptar diversas identidades en línea, es fundamental que sean ellos mismos. Anímalos a utilizar las plataformas para reflejar quiénes son en realidad y a hacerse responsables de sus dichos.

Concientizar sobre la huella digital es fundamental no solo para proteger a niños, niñas y adolescentes de personas malintencionadas o fraudes, sino también para enseñarles sobre su derecho a la privacidad y a la imagen propia.
Recuerda que no se puede defender un derecho que no se conoce. Por eso, es esencial proporcionarles la información necesaria para que aprendan a navegar en el mundo digital, protegiendo su reputación, su integridad y su intimidad familiar.
FUENTES CONSULTADAS:
InternetMatters.org. Proteja la reputación online de su hijo
https://www.internetmatters.org/es/issues/online-reputation/protect-your-child
Chicos.net. Huella Digital.
https://www.chicos.net/wiki/huella-digital
Enacom. Uso seguro de las TICS